Nombres adicionales: | Marijuana, Cáñamo Indio |
Nombre científico: | Cannabis sativa |
Familia: | Cannabaceae |
Componentes tóxicos: | Delta-9-THC (tetrahidrocannabinol) |
Síntomas clínicos: | Depresión prolongada, vómitos, incoordination, somnolencia o excitación, hipersalivación, pupilas dilatadas, baja presión arterial, baja temperatura corporal, convulsiones, coma, muerte (raro) |
El cannabis se está volviendo cada vez más popular tanto para fines recreativos como medicinales en los humanos, pero ¿qué hay de sus efectos en las mascotas? Específicamente, muchos dueños de mascotas se preguntan si el hashish (una preparación de la planta de cannabis) es tóxico para los gatos. En este artículo, exploraremos lo que dice la evidencia científica sobre este tema.
El hashish es un tipo de concentrado de cannabis hecho de los tricomas (las glándulas de resina) de la planta de cannabis. Típicamente tiene una mayor concentración de THC (tetrahidrocannabinol), la principal sustancia psicoactiva en el cannabis, que la planta misma.
Las personas utilizan el hashish fumándolo o incluyéndolo en alimentos (comestibles), mientras que algunos también pueden usarlo en vaporizadores o en tinturas. En el contexto de la exposición de las mascotas, la ruta de administración más común es la ingestión involuntaria.
Antes de profundizar en los efectos del hashish en los gatos, revisemos un poco sobre su anatomía y fisiología. Todos los animales, incluidos los gatos, tienen un sistema llamado sistema endocannabinoide (ECS), que juega un papel en varias funciones fisiológicas como la sensación de dolor, el apetito y la regulación del estado de ánimo.
El ECS está compuesto por endocannabinoides (cannabinoides producidos por el cuerpo, como la anandamida y el 2-arachidonoylglicerol) y enzimas involucradas en su síntesis y degradación, así como receptores de cannabinoides (CB1 y CB2). Los primeros están principalmente presentes en los sistemas nervioso central y periférico, mientras que los últimos se encuentran principalmente en las células inmunitarias.
Los gatos, al igual que los humanos y la mayoría de los otros mamíferos, también tienen un ECS. Los estudios han demostrado que los gatos también tienen receptores CB1 y CB2 en múltiples tejidos, incluidos el sistema nervioso central y periférico, el sistema inmunológico y el tracto digestivo. Esto significa que pueden ser susceptibles a los efectos de los cannabinoides como el THC.
Cuando los gatos ingieren hashish (o cualquier forma de cannabis), el THC contenido en él puede unirse a los receptores CB1 en sus cerebros, lo que lleva a varios efectos dependiendo de la dosis y la sensibilidad individual. Sin embargo, a diferencia de los perros, los gatos son mucho menos propensos a vomitar después de ingerir cannabis, lo que significa que los efectos pueden durar más tiempo porque la droga permanece en su sistema durante un período más prolongado.
Los signos más comunes de toxicidad por cannabis en gatos incluyen:
Las convulsiones y el coma también pueden ocurrir en casos graves.
La dosis tóxica de cannabis (incluido el hashish) en gatos no está bien establecida y puede variar dependiendo de factores como el peso, la edad, el sexo y el estado de salud del gato. Además, la concentración de THC en diferentes muestras de hashish también puede variar ampliamente, por lo que es difícil determinar una dosis precisa.
Hablando en términos generales, sin embargo, se cree que una dosis de 0.5-1 mg/kg de THC puede causar signos de toxicidad leves a moderados en los gatos, mientras que dosis superiores a 3 mg/kg pueden resultar en efectos severos. Esto es más bajo que la dosis tóxica en perros, que se estima que está alrededor de 2-3 mg/kg.
Si su gato ha ingerido hashish o cualquier forma de cannabis y muestra signos de toxicidad, es importante buscar atención veterinaria de inmediato. Dependiendo de la gravedad de los síntomas, el veterinario puede recomendar cuidados de apoyo como fluidos intravenosos, medicamentos anti-náuseas o sedación.
En casos graves, puede ser necesario la hospitalización para monitorear los signos vitales del gato y proporcionar intervenciones adicionales según sea necesario. La buena noticia es que la mayoría de los gatos se recuperan completamente de la toxicidad por cannabis con el tratamiento adecuado, aunque algunos pueden tardar más en recuperarse que otros.
Aunque el hashish y otras formas de cannabis pueden tener beneficios terapéuticos en los humanos, pueden ser tóxicos para los gatos si se ingieren en cantidades suficientes. Por lo tanto, es importante que los dueños de mascotas mantengan sus productos de cannabis fuera del alcance de sus compañeros felinos y busquen atención veterinaria si se sospecha de una ingestión. Se necesita más investigación para comprender mejor los efectos tóxicos y los mecanismos de los cannabinoides en los gatos, así como para desarrollar tratamientos efectivos para la toxicidad por cannabis en esta especie.